
Jean Althen fue un agrónomo armenio que se refugió en Francia luego de escapar de la esclavitud en Turquía y desarrolló el cultivo en la costa mediterránea.
Su verdadero nombre era Hovhannès Althounian, y un poco después Jean-Baptiste Joannis Althen. Jean Althen, como se conoce hoy nació en 1710 en un lugar que el pronunciaba Chaouch y era hijo del gobernador de una provincia persa.
Su familia fue asesinada luego de que el emperador turco decretara la muerte del padre y de todos sus parientes. Logró escapar, pero fue apresado en Turquía y vendido como esclavo en Anatolia. Allí aprendió las técnicas de cultivo y teñido del algodón.
En 1736 escapa a Francia, donde es recibido por Luis XV. Acuerda con el rey un plan para producir algodón, pero fracasa. Es entonces cuando comienza el cultivo de la rubia roja, una planta que fue muy popular debido al tinte obtenido de ella. Ahora sí su éxito fue tal que esta planta, de la que se extrae el tinte que se conoce como rojo turco, se convirtió en el cultivo principal de la región.
El cultivo de la rubia en el sur de Francia no fue su idea, era un proyecto antiguo que nunca había cuajado. Jean Althen fue, sin embargo, la causa de que esta idea floreciera y de convertirlo en una industria fructífera.
A partir de este momento Francia se convirtió en el primer exportador de tinte rojo a mercados tan importantes como Inglaterra, Alemania y Estados Unidos.
Pese a su éxito el aporte de Jean Althen no fue reconocido hasta cincuenta años después de su muerte, ocurrida en 1774. La comuna francesa Althen-des-Paluds, es nombrada así tras su muerte. La escultura que se encuentra en el Rocher des Doms, en Aviñón es una copia de la que estuvo en ese sitio desde 1847.
La escultura original fue traslada a Althen-des-Paluds, donde, durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes la fundieron para la industria armamentística.